Cuantos de nosotros daríamos la vida poruna persona corrupta, por una persona soberbia, por un egoísta que lo único que a hace en la vida es buscar sus propios deseos sin importar por encima de quien tenga que pasar para conseguir sus objetivos; quién de nosotros daríamos la vida por la de un orgulloso que dice continuamente que no necesita nada de nadie. Quién de nosotros daría la vida por un alcohólico que se gasta todo su cheque en fiestas y licor mientras su esposa y sus hijos en casa se acuestan con el estómago vacío; quien daría la vida por un drogadicto que roba y asalta a personas en las calles para poder mantener su vicio.
Estoy segura que ninguno de nosotros lo haría, mucho menos sabiendo que esta persona es culpable y que directamente nos ofendió con sus hechos.
PERO de esto se trata la escandalosa gracia de Dios. Un Dios rey del universo entero, sin ningún tipo de tiniebla ni maldad en El, con miles de ángeles a su servicio que lo adoraban de día y de noche y exaltaban su nombre y con todo el poder y toda la soberanía del que jamás nadie pudiera disfrutar. Un día decidió venir por amor a nosotros y pagar la sentencia que nosotros merecíamos por ser culpables de muchas transgresiones que nos sentenciaban a la muerte (el infierno), aun cuando El jamás conoció el pecado.
Este es el Evangelio, la misma gracia pura de Dios. Que NO nos da lo que realmente merecemos, si no que nos ofrece perdón, sanidad, libertad y un amor incondicional y fiel como jamás nadie podría darnos. Un amor que decide darnos misericordia en vez de castigo, un amor que cuando nadie daría su vida por ti ni por mi, Alguien que no espero que fueras inocente para amarte, Jesucristo levanto su mano y le dijo al juez, Yo voy a pagar por el/ella para que pueda vivir!
Pero depende de aquel que está sentenciado a muerte si decide aceptar el regalo del intercambio que ofrece Jesucristo y que pago en la cruz hace dos mil años. Porque todos somos ese hombre condenados a la muerte…
Romanos 6:22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.
23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
.
1 Juan 4:10 En esto consiste el amor: No en que nosotros hayamos amado a Dios, si no que el nos amo a nosotros, y envio a su hijo en propiciacion por nuestros pecados.